domingo, 15 de noviembre de 2009

“Los maestros pueden abrir la puerta, más solo usted puede entrar”- Proverbio Chino

Los tiempos actuales están llenos de maestros, que se pregonan a si mismos poseedores de la verdad. Solo si ellos dicen, actúan o permiten las puertas se abrirán para aquellos que se acerquen a él. Algunos no lo dicen directamente pero actúan de tal manera que así lo creemos… nos manipulan y amenazan que si no los seguimos seremos castigados o al menos nos quedaremos tirados sin oportunidades.

A veces, nos damos golpes de pecho porque pensamos que se nos escapan del camino, cuando no podemos asistir a sus seminarios o talleres o cuando la vida nos impide realizar los planes que teníamos pensados para iniciar nuestros “estudios”.

Sin embargo esto no es así, este antiguo proverbio chino solo repite lo que verdaderos maestros han dicho hasta el cansancio de una u otra manera. No hay que pertenecer a un grupo, secta o seguir a tal o cual “hermano o maestro ascendido” para lograr la iluminación.
Sólo cuando el alumno está preparado aparece el maestro para apoyar y abrirse al conocimiento, y éste, pocas veces viene vestido de blanco, pregonando. Usualmente viene de una manera más sutil, un mensaje escuchado al pasar, una frase de un libro, o a veces si se personifica de la mano de un niño, una flor o un animalito que se cruza en nuestro camino permaneciendo un tiempo a nuestro lado o siendo tan efímero como un encuentro furtivo.
Solo cuando el alumno verdaderamente llega a un elevamiento del nivel de conciencia, aparece el maestro que con una varita mágica, una frase o un detalle nos indica que la puerta está abierta, que vamos “bien”.
Todo Conocimiento es fruto de un elevamiento del nivel de conciencia y siempre está a la espera de que alguien se presente a asimilarlo.
Entendido de otra manera, el Conocimiento siempre está ahí, solo esperando que alguien lo descubra, pero él no se oculta ni puede ser ocultado, por eso no hay que creer en los artilugios de quienes se auto consideran poseedores de la verdad y solo la revelan si se les rinde pleitesía.
Un verdadero maestro solo guiará hacia la luz. Tal vez dará algunos “tips” pero el camino es propio y aunque no es complicado, si requiere perseverancia y a veces mucha valentía.
Pero esta valentía no es para ingresar en el mundo de lo “oculto”, que suena a “oscuro, miedoso, peligroso, o negativo”. La necesitamos para deshacernos de lo viejo, aprender del apego y el desapego y para abrir los ojos porque el Conocimiento se oculta a si mismo pero en la luz, no en la sombra.
Si la luz es muy fuerte, ciega a quienes no están habituados a ella. El sabio, el maestro, puede gritar su conocimiento a los cuatro vientos y pero el que no haya abierto su mente, quien no eleve su nivel de conciencia no lo podrá comprender.
El “ocultismo” solo está oculto para quienes no tienen “ojos” para ver.

Y cómo abrimos los ojos?

Tratando de bajarle el tono al pensamiento racional. Este tiene gran utilidad para la vida práctica, permite el análisis de la superficie y solo con esta mirada tendremos una visión fragmentada.
Así como los científicos analizaron el cerebro de Einstain para encontrar su genialidad y no pudieron encontrarla en nada físico. Así mismo el pensamiento racional no logra comprender ni analizar la genialidad de la verdad de la vida y solamente podemos acceder a ella mediante la práctica sencilla de desestabilizar la mente lógica con la meditación.

La invitación es a tomarse diariamente al menos 5 minutos, para respirar y encontrar de manera inmediata un cambio en el nivel de conciencia.
Solo, durante 21 veces,
Aspira (por la nariz )
Espira ( por la boca)
Sonríe ( si, así se sienta tonto(a), jaja )

No se olviden, 21 veces, cada día.